A finales de la década de los sesenta, el protagonista, un niño de ocho años, se va a San Sebastián a vivir con sus tíos. Allí es testigo de cómo transcurren los días en la familia y el barrio: su tío Vicente, de carácter débil, reparte su vida entre la fábrica y la taberna, y es su tía Maripuy, mujer de fuerte personalidad pero sometida a las convenciones sociales y religiosas de la época, quien en realidad gobierna la familia; su prima Mari Nieves vive obsesionada por los chicos, y el hosco y taciturno primo Julen es adoctrinado por el cura de la parroquia para acabar enrolado en una incipiente ETA. El destino de todos ellos –que es el de tantos personajes secundarios de la Historia, arrinconados entre la necesidad y la ignorancia– sufrirá, años después, un quiebro. Alternando las memorias del protagonista con los apuntes del escritor Años lentos ofrece además una brillante reflexión sobre cómo la vida se destila en una novela, cómo se trasvasa el recuerdo sentimental en memoria colectiva, mientras su escritura diáfana deja ver un fondo turbio de culpa en la historia reciente del País Vasco.
NOTA: Me ha gustado. Retrata estupendamente lo que conocemos como la vida en el Pais Vasco los años 70. Y después, el sistema ese novedoso de intercalar las notas del chico con los apuntes del escritor ( y sus disgresiones sobre cómo ponerlo, si hay que ponerlo, si debe preguntar antes de ponerlo,...) me ha parecido muy amena. El libro casi se hace breve ( no tiene más allá de 200 páginas). No me extraña que con él ganase Aramburu en el año 2011 el Premio Tusquets. Le daremos (igual me quedo algo corto) un ... 8.
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