Una deliciosa novela sobre una joven
moderna, formada en Europa, que regresa a la pequeña localidad de la
Australia rural en la que se crio, un lugar en el que uno difícilmente
puede deshacerse de los estigmas y el peso del pasado.
En los años
cincuenta, tras pasar parte de su vida como modista de alta costura a
lo largo y ancho de Europa, Tilly regresa a Dungatar, la pequeña
localidad australiana donde pasó su infancia. Llega convertida en una
hermosa y glamurosa muchacha que contrasta con la grisura de los
vecinos del pueblo: basta verla caminar con su maleta a cuestas para
darse cuenta de que la vida puede ser menos aburrida si los pliegues de
una falda están bien colocados.Tilly ha vuelto para cuidar de su madre, con la intención de volverse a marchar cuanto antes, pero su regreso despierta cierto alboroto entre los habitantes del lugar. La gente murmura a su alrededor, recordando un hecho trágico ligado a su infancia. La muchacha no claudica: con la ayuda de su máquina de coser y mucha imaginación conseguirá que el pueblo entero respire un aire nuevo y por las calles desfilen vestidos nunca vistos. Lo que nadie sospecha es que con tanta tela y unas buenas agujas, Tilly va a coser su propia venganza...
NOTA: Muy, muy flojita. No entiendo como, aunque sea en Australia, ha podido tener esto éxito. Es un libro de escolar avanzado. Ni el argumento, ni cómo lo cuenta, ni las expectativas que va levantando, ni por supuesto el final tienen nada de atractivo. Cuando llego al final de novelas como ésta, reconozco que tengo "buenas tragaderas"...No hay más comentario. Le doy un raquítico...4.
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