En el primer volumen, dejamos al protagonista deseoso de saber qué se oculta detrás del cuadro titulado La muerte del comendador.
También ha aprendido a convivir con los extraños personajes y objetos
que lo envuelven desde que se instaló en la casa en las montañas. Y, a
petición de su vecino, ha empezado a esbozar el retrato de una peculiar
adolescente, Marie Akikawa. Pero cuando ésta, una tarde en que regresaba
del colegio, desaparece misteriosamente, el protagonista se lanzará en
su busca. Y para encontrarla no dudará en enfrentarse a lo desconocido, y
tampoco a los terribles dilemas a los que su aventura va a conducirle.
¿Qué le ocurrió en el pasado al autor del cuadro La muerte delcomendador? ¿Quién es el hombre sin rostro?... En este segundo libro, de
ritmo acelerado y lleno de suspense, las incógnitas sembradas en el
anterior volumen van desvelándose, y encajan en el lugar que deben
ocupar, como en un puzzle, para que el lienzo entero cobre pleno
sentido.NOTA:¡Todas las veces igual! Parece que este buen amigo no nos puede sorprender más y en cada libro que nos manda, lo hace. Esta segunda parte, tan esperada por aquello de que la primera acabó de una forma muy abrupta, no ha hecho más que corroborar lo dicho y hacer que entre los dos se componga una obra magnífica. Los personajes, hasta los un poco secundaros, son de 10 y las descripciones pausadas e inmejorables. Dos comentarios más sobre Murakami: no sé si lo bueno o no tan bueno de su prosa es que puedes empezar a leer un libro que viniese sin autor y creo que se podría notar la mano de nuestro admirado niponcete. Y la segunda es que en este libro ha habido momentos en los que creí ( alguno me tilará de exagerado) estar leyendo algo de Julio Verne , "Viaje al centro de la tierra" por ejemplo. Con todo lo dicho no me queda más remedio....9.
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