Un
andén, unas montañas, unos héroes y, al final, la libertad La historia
olvidada de una estación mítica que cambió el curso de una guerra
Marzo de 1943. Agazapados dentro de una habitación secreta, varias personas contienen la respiración mientras aguardan a que el sonido de las botas reforzadas con metal de los soldados alemanes se aleje. En la estación internacional de Canfranc, en el Pirineo, la esvástica ondea sobre la playa de vías. En medio de la oscuridad, Laurent Juste, jefe de la aduana, Jana Belerma, camarera del hotel, y el bandolero Esteve Durandarte arriesgan sus vidas para devolverles la libertad.Volver a Canfranc es su historia. Jana y Esteve, armados tan solo con la valentía que da el amor, lucharon porque miles de ciudadanos judíos consiguieran atravesar esta estación mítica. Además de ellos, otras personas guiadas por la generosidad decidieron enfrentar el terror y ayudarlos. Para miles de perseguidos por el régimen nazi la esperanza se llamó Canfranc.
NOTA:El libro, para pasar el rato, está bien. Si además conoces algo de la historia que pasó en esos años en la famosa estación, lo disfrutas más. Pero la historia está un poco descafeinada. Hay en efecto tres actores principales pero a mí el que más me ha enganchado con mucho ha sido el aduanero bretón, Laurent, muy por encima de la camarera Jana y del "bandolero" Esteve. Es un tipo entrañable y por otra parte tremendamente implicado en la causa.
El final del libro, con De Gaulle incluido haciendo de "oficina de colocación" y la sorpresa de la familia de Esteve,no me ha gustado, la verdad. Pero, salvando eso y volviendo al principio, como me ha entretenido, un....7,5.
Marzo de 1943. Agazapados dentro de una habitación secreta, varias personas contienen la respiración mientras aguardan a que el sonido de las botas reforzadas con metal de los soldados alemanes se aleje. En la estación internacional de Canfranc, en el Pirineo, la esvástica ondea sobre la playa de vías. En medio de la oscuridad, Laurent Juste, jefe de la aduana, Jana Belerma, camarera del hotel, y el bandolero Esteve Durandarte arriesgan sus vidas para devolverles la libertad.Volver a Canfranc es su historia. Jana y Esteve, armados tan solo con la valentía que da el amor, lucharon porque miles de ciudadanos judíos consiguieran atravesar esta estación mítica. Además de ellos, otras personas guiadas por la generosidad decidieron enfrentar el terror y ayudarlos. Para miles de perseguidos por el régimen nazi la esperanza se llamó Canfranc.
NOTA:El libro, para pasar el rato, está bien. Si además conoces algo de la historia que pasó en esos años en la famosa estación, lo disfrutas más. Pero la historia está un poco descafeinada. Hay en efecto tres actores principales pero a mí el que más me ha enganchado con mucho ha sido el aduanero bretón, Laurent, muy por encima de la camarera Jana y del "bandolero" Esteve. Es un tipo entrañable y por otra parte tremendamente implicado en la causa.
El final del libro, con De Gaulle incluido haciendo de "oficina de colocación" y la sorpresa de la familia de Esteve,no me ha gustado, la verdad. Pero, salvando eso y volviendo al principio, como me ha entretenido, un....7,5.
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