Antonia Scott es una mujer muy especial. Tiene un 
don que es al mismo tiempo una maldición: una extraordinaria 
inteligencia. Gracias a ella ha salvado decenas de vidas, pero también 
lo ha perdido todo. Hoy se parapeta contra el mundo en su piso casi 
vacío de Lavapiés, del que no piensa volver a salir. Ya no queda nada 
ahí fuera que le interese lo más mínimo.
El inspector Jon Gutiérrez está acusado de corrupción, suspendido de 
empleo y sueldo. Es un buen policía metido en un asunto muy feo, y ya no
 tiene mucho que perder. Por eso acepta la propuesta de un misterioso 
desconocido: ir a buscar a Antonia y sacarla de su encierro, conseguir 
que vuelva a hacer lo que fuera que hiciera antes, y el desconocido le 
ayudará a limpiar su nombre. Un encargo extraño aunque aparentemente 
fácil.
Pero Jon se dará cuenta en seguida de que con Antonia nada es fácil.
NOTA: Libro que venía rodeado de un notable éxito de crítica y público y… a mí no me ha dicho gran cosa. Es un libro de novela negra como hay mil, con una historia de secuestros, como hay dos mil, y un desenlace como otros cinco mil. Vamos, que ni el argumento ni el desarrollo ni su final , del cual el autor se debe sentir especialmente satisfecho pues  pide,  muy celosamente,  al acabar el libro,  que nadie lo  comente en las redes ( como si no fuese previsible). Prometo no leer lo que supongo su continuación Loba negra. Total que le doy notita de betseller pero sin estridencias...6.

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