En una oscura y brumosa noche, en el pequeño pueblo inglés de Radcot,
a orillas del Támesis, los lugareños se reúnen en la taberna Swan para
compartir un trago e historias llenas de sabiduría popular. Con
seiscientos años de antigüedad, la posada es famosa por reunir a los
mejores narradores de cuentos populares, pero esa noche la tertulia
nocturna se ve interrumpida por la llegada de un hombre misterioso
empapado en sangre que carga en sus brazos a una niña inconsciente.
Antes de que el hombre pueda emitir explicación alguna, cae derrumbado.
Mientras
tanto, río arriba, dos familias buscan desesperadamente a sus hijas,
Alice Armstrong, a la que nadie ha visto desde hace veinticuatro horas
tras el suicidio de su madre, y Amelia Vaughan desaparecida dos años
atrás sin dejar rastro.
NOTA: Libro que casi parece de otros tiempos. Un caso de lass desapariciones de tres niñas en un mismo lugar pero que, contra lo que puede parecer, no es una novela negra en el sentido de policiaca, intriga tremenda y así. Es más bien un libro que cuenta costumbres de una zona rural. Allá está la gente con sus envidias y manías de pueblo pequeño y allí es donde ocurre todo, en un bar de esa localidad que es donde más se vive, se centra la acción. Tiene sus golpes de "cosas raras" pero sin llegar a meterse en la ficción. Se pasa agradablemente leyéndolo pero, sin más pretensiones. Así que un ....7.
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