Mamá, ¿allá atrás se acaba el mundo?» Esta frase abre camino a una
historia fascinante: la de un hombre de enorme talento destinado a
desentrañar los misterios de la astronomía. Lorenzo de Tena,
inconformista y rebelde, deberá luchar contra las desigualdades
sociales, las trampas burocráticas y las tentaciones políticas para ver
realizada su vocación. Pero los mayores retos de su búsqueda no vendrán
de la ciencia sino de la cara más oculta de las personas, la que esconde
las pasiones y los sentimientos. Una novela que, como un telescopio,
nos acerca a los desafíos más inalcanzables: las estrellas y el amor.
NOTA: Empecé este libro, como muchas veces, por recomendación de un buen amigo y compañero de trabajo matemático. Y digo lo de la profesión porque el libro va sobre eso, el desarrollo de la investigación en un Méjico floreciente. Y esa investigación está centrada en Matemáticas pero sobre todo Astronomía, que era una de las asignaturas que nos tocaba estudiar en la carrera. Y de ahí lo que se suponía que tenía que tener de empatía con los que hemos estudiado algo de esas cosas. Pero a mí el libro se me ha hecho pesadito. Y largo. Los personajes muy de casa y es cierto que hay un personaje, Lorenzo, perfectamente descrito en sus comportamientos y que llega a tal punto la descripción que hasta se te hace antipático de verdad. Pero salvo eso y cuatro detalles más ( diferencias de la investigación en diferentes paises, formas de trabajar los nuevos y los viejos,...), el libro no se lo recomendaría a mis amigos queridos. Le doy un....6.
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