Castillos de fuego ( Ignacio Martínez de Pisón)

 

Madrid, 1939-1945. Muchos luchan por salir adelante en una ciudad marcada por el hambre, la penuria y el estraperlo. Como Eloy, un joven tullido que trata de salvar de la pena de muerte a su hermano encarcelado; Alicia, taquillera en un cine que pierde su empleo por seguir su corazón; Basilio, profesor de universidad que afronta un proceso de depuración; el falangista Matías, que trafica con objetos requisados, o Valentín, capaz de cualquier vileza con tal de purgar su anterior militancia. Costureras, estudiantes, policías: vidas de personas comunes en tiempos extraordinarios.
Castillos de fuego es una novela que encierra más verdad que muchos libros de Historia y que transmite el pulso de un tiempo en el que el miedo casi arrasa con la esperanza que, de forma natural, se abre camino entre la devastación. Una época de reconstrucción en la que la guerra ha acabado solo para algunos pero en la que nadie está a salvo, ni los que se alzaron a los pies del dictador ni los que lucharon por derrocarlo.

 NOTA: Lo que está claro es que este buen hombre siempre tiene el mismo registro de escritura: postguerra, pobreza, barrios marginales, perdedores de la contienda, policías impresentables,... pero, como digo, siempre un poco igual. Es como una novela de costumbres ambientada en la época y el lugar que decimos. También me han parecido excesivos el número de personajes  que mete en liza de tal modo que es difícil seguir en muchos momentos de quién estamos hablando. Por lo demás entretenida y no se hace pesada, a pesar de su volumen. Le doy un ...8.

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