La ciudad más bella del mundo ha acogido a maestros del vidrio durante cientos de años. ¿Hay lugar para una mujer entre todos ellos? Orsola Rosso está a punto de dejar su huella.Venecia, 1486. Al otro lado de la laguna se encuentra Murano. Aquí el tiempo fluye de forma diferente, como el cristal que los maestros de la isla se pasan la vida aprendiendo a moldear. Las mujeres no deben trabajar el vidrio, pero Orsola Rosso ignora las convenciones para salvar a su familia. Trabaja en secreto, sabiendo que sus obras deben ser perfectas para ser aceptadas por los hombres. Pero la perfección puede llevar toda una vida. Saltando a través de los siglos, seguimos a Orsola Rosso mientras perfeccionan su arte a través de la guerra y la peste, la tragedia y el triunfo, el amor y la pérdida. Sus invenciones adornarán los cuellos de emperatrices y cortesanas de París a Viena, pero ¿llegará a ganarse el respeto de sus seres más queridos?(FEB/25).
NOTA: He leído libros muy muy parecidos a éste donde se vivían la vida de ceramistas, artesanos de las alfombras,... y siempre las he disfrutado. esta vez, con los vidrieros, no ha sido una excepción pero ha habido un detalle que se vive a lo largo de todo el libro y que no me ha gustado nada, a pesar de que la autora lo considere una genialidad: y es los desarrollos temporales. Nuestra protagonista hace un collar para Josefina, mujer de Napoleón, aun siendo contemporánea nuestra...Esa dualidad de tiempo me ha parecido penosa. Lo demás...mejorable pero entretenida. En ningún momento pensé en dejarla lo cual en un libro largo ya es algo. Nota...7,5.
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