La urgencia por sobrevivir la obliga a dejarse la piel en plantaciones y lavaderos, como empleada doméstica y operaria de fábrica a destajo. Hasta que una madrugada, en la tabaquera Bastos, participa en un delito por el que paga con su sometimiento a un hombre despreciable. Su entereza será lo que la libere y le aporte el coraje para rehacerse y emprender un camino en ascenso, repleto de quiebros, logros y desafíos a lo largo de tres décadas vibrantes.
Esta es la historia de una mujer que vivió el auge colonial y el trágico fin de la Argelia francesa. Y, en paralelo, sus páginas rescatan la memoria de los desconocidos pieds-noirs españoles que, arrastrados por la emigración y el exilio, formaron parte de aquel mundo.(ABR/25)
NOTA: Vaya por delante que lo he leído con gusto, me ha entretenido ( a pesar de las desgracias varias que ocurren, como dicen un buen amigo) y no se me ha hecho nada pesado a pesar de ser de gran volumen. Pero... me ha parecido excesivamente parecido a otro libro de esta autora que fue El tiempo entre costuras: la época, la localización, los personajes principales....Se le nota la madurez a la autora y se agradece una escritura y una novela tan hilada. No sé cuanto le día a aquella pero esta vez...8,5.