Madre solo hay una. Pero cada padre es un enigma. Y todo hijo necesita resolverlo.Un escritor, miembro de la comunidad española en Buenos Aires, intenta descifrar la verdadera personalidad de su padre años después de su muerte. Marcial Fernández, emigrante asturiano, como tantos hombres de su época siempre tuvo dificultades para comunicarse con su hijo, a quien castigó con años de silencio y disgusto al descubrir su pasión literaria. El único vínculo entre ellos fueron las películas del Hollywood clásico que veían por televisión, una educación sentimental llena de sutilezas y malentendidos que Marcial impartía de manera indirecta. A medida que avanza en la reconstrucción de su historia, el narrador halla indicios de que su padre llevó una vida secreta y se obsesiona con descubrirla.
Una novela tremendamente bella y dolorosa, escrita con gran pulso narrativo y hasta con toques de suspense, que no solo homenajea a los sufridos migrantes españoles y a las películas que formaron nuestra personalidad, sino que se adentra en los misterios familiares más recónditos y en la relación muchas veces espinosa entre padres e hijos que se aman.(JUN/25)
NOTA: Siempre he dicho que los premios Nadal solían ser, a mi gusto, de una calidad MUY superior a lo que se premia por ahí, aunque las dotaciones económicas no tuvieran nada que ver. Pues en este caso tengo que rectificar: me he encontrado con el premio de este año con un libro absolutamente plano, sin interés ni en la trama ni en espacio corto y que, además, me ha recordado a otro libro recientemente leído que no recuerdo el título pero que basaba, como este, parte de su historia en películas de Hollywood de las más conocidas. Ya siento no recordar...! El caso es que el resultado es muy poco atractivo, además de poco entretenido,... Le dejaré en un suspenso alto...4.
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