Tiempos recios (Mario Vargas Llosa)

Guatemala, 1954. El golpe militar perpetrado por Carlos Castillo Armas y auspiciado por Estados Unidos a través de la CIA derroca el gobierno de Jacobo Árbenz. Detrás de este acto violento se encuentra una mentira que pasó por verdad y que cambió el devenir de América Latina: la acusación por parte del gobierno de Eisenhower de que Árbenz alentaba la entrada del comunismo soviético en el continente.

Tiempos recios es una historia de conspiraciones internacionales e intereses encontrados, en los años de la Guerra Fría, cuyos ecos resuenan hasta la actualidad. Una historia que involucró a varios países y en la que algunos verdugos acabaron convirtiéndose en víctimas de la misma trama que habían ayudado a construir. En esta novela apasionante, que conecta con la aclamada La Fiesta del Chivo, Mario Vargas Llosa funde la realidad con dos ficciones: la del narrador que libremente recrea personajes y situaciones, y la diseñada por aquellos que quisieron controlar la política y la economía de un continente manipulando su historia.
NOTA: Mucho me gustaron los primeros libros de este señor, pero muchísimo menos me gustaron los siguientes. Me dió la impresión que después de unas joyitas, se había puesto a escribir pero ya sin ese punto de frescura que tenían sus primeras novelas. Y no le tengo un aprecio personal grande como persona, sin conocerlo, claro, a pesar de su Premio Nobel. Pero este libro me ha vuelto un poco a los orígenes. Es, como se lee en la sinopsis, la historia de la alternancia en el poder en la Guatemala de 1950 de las sucesivas tendencias sociales que se daban tanto, más que en cualquier otro sitio en América Latina. Y muy entretenidamente contada. Hay dos cosas que se me han quedado especialmente de él: el papel de los EEUU en el derrocamiento de cualquier gobierno que ellos considerasen "poco conveniente" para la zona (¡ no cambia nada por mucho tiempo que transcurra...!) , y ver que después de 50 largos años tanto allá entonces, como aquí ahora, hay personajes que confunden ( o quieren confundir) ideas progresistas con comunismo puro y duro. ¿Os suena de algo? . Le doy un .... 8,75.

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